6 recomendaciones para evitar fallas en calderas
Fugas de agua, pérdidas de presión, inconvenientes con los radiadores, problemas con el termostato… Son muchas las causas que pueden dar lugar a que aparezcan fallas en calderas.
Conocer los principales motivos que originan los fallos y saber cómo evitarlos es clave para potenciar la eficiencia y la vida útil de los equipos, así como para resguardar la integridad de los usuarios y las instalaciones.
En este artículo, explicamos cuáles son las fallas en calderas más habituales y cómo prevenirlas y detallamos la importancia del mantenimiento preventivo.
¿Por qué puede fallar una caldera?
Ninguna caldera es infalible. Todas, incluso las de las mejores marcas, son susceptibles de presentar fallas. Los motivos son variados y van desde el desgaste natural hasta la falta de mantenimiento oportuno.
Si bien cada equipo indica los errores de diferentes maneras, para evitar problemas mayores es necesario conocer los fallos más comunes.
● Fugas de agua. La presencia de agua alrededor de la caldera es una clara señal de alarma. Estas fugas pueden deberse a algún componente interno del equipo, a excesos de presión, tanque de expansión dañado, etc
● Fallas en el termostato. Un termostato defectuoso puede mostrar temperaturas incorrectas o hacer que la caldera se encienda y apague de forma irregular. Las causas pueden ser cables sueltos, una mala configuración o daños en el propio termostato.
● Pérdidas de presión. Una caída constante de presión por debajo de 1 bar (lo normal es entre 1 y 2 bares en reposo) es motivo de alarma. Esto puede ser causado por fugas de agua debido al desgaste o rotura de alguna llave, purgador, detentor o tapón, o bien por un problema en la válvula de expansión.
● Inconvenientes con los radiadores. Si los radiadores no se calientan de manera uniforme, es probable que haya aire acumulado en el sistema.
6 tips para evitar fallas en calderas
Cuando las calderas fallan, su rendimiento y su ciclo de vida se reducen notablemente y aumentan las probabilidades de que surjan averías críticas. A menudo, estas situaciones requieren reparaciones complejas.
Para evitar inconvenientes, es fundamental conocer e implementar esta serie de recomendaciones que ayudan a prevenir fallas en calderas.
Efectuar la instalación solo con profesionales
Las calderas no pueden ser instaladas por personas no calificadas. Esto puede derivar en problemas de funcionamiento y riesgos para la salud humana.
Para mitigar el peligro y garantizar su adecuado desempeño, es esencial contratar a personal capacitado que cuente con formación especializada y experiencia en este tipo de instalaciones.
Garantizar una adecuada ventilación
Los espacios donde se instalan las calderas, o salas de calderas en el caso de edificios o consorcios, deben contar con una reposición de aire suficiente desde el exterior. La ventilación adecuada ayuda a mitigar el riesgo de fallas.
Además, las ventilaciones deben respetar las reglamentaciones vigentes y cumplir con las buenas costumbres de ventilación.
Mantener limpia la caldera
La limpieza es otro de los factores clave a revisar para evitar fallas en calderas. Con el tiempo, estos equipos acumulan residuos e incrustaciones, lo que puede obstruir o dañar sus componentes.
Además, una caldera sucia es una caldera menos eficiente y, por lo tanto, una caldera que consume más energía.
La limpieza regular ayuda a prevenir la corrosión y a prolongar su vida útil de la caldera. Se recomienda realizarla al menos una vez al año, o con mayor frecuencia en zonas donde hay agua corriente más dura.
Prestar atención al color de la llama
La existencia de llamas de color anaranjado o rojo es indicativo de que la combustión es inadecuada. Siempre se debe verificar que la llama de la caldera sea color azul.
Purgar los radiadores
Si los radiadores no se calientan de manera uniforme o se sienten fríos en la parte superior, es probable que haya aire atrapado en el sistema.
Purgar los radiadores regularmente (al menos una vez al año, antes de la temporada de frío) libera este aire, permitiendo que el agua caliente circule de manera eficiente.
Revisar el termostato
Un termostato defectuoso puede causar que la caldera no funcione correctamente, resultando en temperaturas inadecuadas y un mayor consumo energético.
Por eso, es necesario constatar que esté configurado correctamente, que las baterías funcionen y que no haya cables sueltos.
Mantenimiento preventivo, un paso esencial para mitigar el riesgo
Para garantizar un adecuado funcionamiento de las calderas, no basta con conocer e implementar tips para prevenir fallas. La clave reside en efectuar un mantenimiento preventivo que, en líneas generales, debe ser anual.
Ahora bien, en lo que respecta a los edificios, aunque la periodicidad de las revisiones varía de acuerdo a las características de la caldera, la gran mayoría se realiza de manera trimestral o cuatrimestral.
Vale aclarar que las revisiones deben ser realizadas por técnicos calificados, ya que poseen los conocimientos necesarios sobre este tipo de dispositivos.
El mantenimiento preventivo incluye diferentes acciones, como:
● Revisión de las partes visibles
● Limpieza
● Comprobación del estado de las piezas internas
● Sustitución de piezas defectuosas
● Análisis de la combustión y control de humos
● Comprobación de la ventilación
● Verificación de la presión y la temperatura del agua
● Purga de los radiadores
● Análisis del consumo
Efectuar un mantenimiento preventivo es un paso esencial para evitar fallas en calderas, prolongar su vida útil y garantizar la seguridad de los ambientes. ¿Necesitás más información sobre este tipo de dispositivos? Contactanos.
