¿Cómo saber si llegó el momento de cambiar la caldera?
Si de conjugar confort térmico, rendimiento y fiabilidad se trata, las calderas de gas son una de las mejores alternativas disponibles en el mercado. Ahora bien, aunque son dispositivos eficientes y durables, después de algunos años su ciclo de vida llega a su fin y llega el momento de cambiar la caldera.
Detectar las señales que indican el fin de su vida útil requiere un ojo experto y un conocimiento profundo de los equipos. No se trata solo de que el equipo deje de funcionar, sino de identificar patrones de rendimiento decreciente o fallas recurrentes.
En este artículo, exploramos los indicadores clave que permiten que técnicos, instaladores y otros profesionales del sector puedan determinar si llegó el momento de reemplazar una caldera, a fin de garantizar un desempeño óptimo y, sobre todo, seguro.
6 indicios que revelan que es preciso cambiar la caldera
¿Cómo saber si llegó la hora de pensar en un recambio de caldera? Teniendo en cuenta los siguientes signos que hacen evidente la necesidad de contar con un nuevo equipo.
Antigüedad mayor a 15 años
Aunque el mantenimiento preventivo se realice de manera frecuente y las fallas se arreglen, si la caldera tiene más de 15 años, lo mejor es cambiarla por una nueva.
En líneas generales, este tipo de dispositivos tienen una vida útil de entre 10 y 20 años. Esto hace que su eficiencia energética disminuya con el tiempo, aumentando el consumo.
Calentamiento deficiente del agua
Las calderas nuevas calientan el agua en tan solo segundos. Pero, conforme pasa el tiempo, cada vez demoran más en hacerlo.
Por lo tanto, aunque una caldera no tan antigua pueda calentar el agua relativamente rápido, se tornará menos eficiente a medida que su antigüedad aumente.
Cuando el agua de la canilla o la ducha comienza a salir tibia y demora en calentarse, o aumenta notablemente el tiempo para generar un clima confortable en los ambientes, cambiar la caldera se hace casi inevitable.
Fallas recurrentes
¿Tuviste que acudir a un mismo domicilio a revisar un equipo más de 3 o 4 veces en el último año? Esta es una clara señal de la necesidad de recambio.
Aunque los clientes puedan continuar reparándola, sustituir piezas dañadas o hacer arreglos provisorios no dejan de ser acciones “parche”, es decir, que solo ofrecen soluciones temporarias. En este sentido, el recambio es una inversión a largo plazo.
Ruidos molestos
Los sistemas de climatización emiten algunos ruidos, generalmente imperceptibles. Esto, por supuesto, incluye a las calderas.
Ahora bien, si estos sonidos se tornan intensos y molestos, es probable que sea indicio de un fallo interno que requiera una sustitución del equipo.
Cambio en el sistema de calefacción
Cuando un consorcio o un particular decide instalar un sistema de calefacción nuevo, como piso radiante o radiadores, es necesario revisar si es compatible con la caldera existente.
Caso no lo sea, es fundamental instalar un equipo que ofrezca compatibilidad. De no hacerlo, el rendimiento y la seguridad pueden verse comprometidas. (raro)
Baja eficiencia energética
Si la caldera es antigua, probablemente no sea energéticamente eficiente. ¿Qué implica esto? Facturas de gas mucho más costosas para los usuarios.
Por eso, si el monto de las facturas se disparó en el último tiempo y el dispositivo tiene años, o bien no está clasificado como A o superior en términos de consumo energético, lo más acertado es pensar en cambiar la caldera.
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